Si buscamos la traducción literal inglés-español de la palabra covenant, Google nos dirá que se traduce como “acuerdo, pacto o convenio”. Esta definición es correcta, pero en el ámbito de las finanzas cobra un sentido más específico que requiere de la aclaración de ciertos matices.
En el ámbito empresarial, los covenants son restricciones que los prestamistas (acreedores, bancos, inversores, etc.) imponen en los contratos de préstamo con las empresas para así limitar las acciones de esta.
En otras palabras y con un ejemplo más cotidiano, los covenants son acuerdos entre la compañía y sus acreedores que hacen que la empresa tenga que trabajar bajo ciertas normas o cumplir con algunos requisitos impuestos por los propios acreedores.
- ¿Por qué los covenants?
El sentido de estas restricciones reside en que el prestamista consiga alinear sus intereses con los de la compañía y así solventar los famosos problemas de agencia entre la administración y los tenedores de deuda.
Por la parte de los prestamistas, los covenants se traducen en restricciones que tienen el objetivo de que las probabilidades de que las empresas repaguen sus deudas aumenten, o lo que es lo mismo, que su riesgo de insolvencia disminuya.
Para las empresas, estas restricciones pueden jugar, también, a su favor a la hora de negociar el tipo de interés de los préstamos, pues al disminuir el riesgo de insolvencia de las compañías, estas pueden solicitar al banco un tipo de interés menor.
Puede pasar que las empresas no cumplan con los covenants establecidos, y cuando esto pasa, se darán diferentes situaciones, entre las que podemos encontrar: pago de multa, incremento del tipo de interés, aumento de garantías, solicitud del repago inmediato de la deuda o la finalización del contrato de deuda.
Como sabemos que con ejemplos todo se visualiza más fácilmente, aquí os dejamos un par:
El banco ABC le presta a la empresa XYZ 1 millón de euros a un tipo de interés del 7%. El banco acuerda esa cantidad y ese tipo de interés en función de la situación actual de la empresa, pero no puede saber los planes a futuro de los dueños de la compañía.
Podría darse el caso de que, al día siguiente de firmar ese préstamo, la empresa XYZ consiguiera un préstamo de 10 millones de euros en el banco JKL, lo que haría que el riesgo de solvencia de XYZ incrementara sustancialmente y, por lo que es evidente, que, si el banco ABC hubiera sabido esto, hubiera exigido un mayor tipo de interés o se hubiera negado a otorgar dicho préstamo.
Es por ello por lo que un covenant muy típico es el de prohibir a las empresas el volver endeudarse sin el permiso de los acreedores.
O, pongámonos en otra situación:
El banco ABC presta 10 millones de euros a la empresa XYZ. A los pocos días de recibir el préstamo, la empresa decide declarar un dividendo extraordinario para todos sus accionistas dejando la caja a la mitad con respecto a la cantidad que había cuando se firmó el préstamo.
Esto es otro claro caso en el que el riesgo de solvencia de la compañía se dispara y que, de haberlo sabido, habría hecho al banco replantearse la ejecución del préstamo sin ninguna duda.
Esperamos que este post os haya servido a entender como la utilidad de los covenants y cómo funcionan.
Recuerda, si tienes un proyecto de valor en fase temprana, en Odemira Capital queremos conocerte a ti y a tu proyecto, y ayudarte a que esa semilla crezca más rápido y mejor.